un mundo perdido

brillaba el sol como nunca. pero era un dia gris. la primavera debería haber hecho resurgir todas mis fuerzas. pero era un dia gris. aquella mañana inmejorable para la navegación, decidí abrir de par en par mis velas y dejarme llevar. ¿sabes que? naufragué. y me encontré con mi anterior goleta en el fondo, cubierta ya en su totalidad de musgo. los peces se habían hecho fuertes alli en mi ausencia. entré en mi camarote y me acosté junto mis recuerdos y un puñado de balas de plomo oxidadas. mañana tomaré el mando firme del mundo submarino, pensaba mientras dejaba escapar el timón de la nave y un cazatesoros nos remolcaba hasta la superficie. era un dia gris...