17.9.05

instinto básico

tras una larga travesía por la sabána y con mi hambre olvidada, me detengo junto a una sombra amable ofrecida por el único arbol. y allí yazco ahora mismo. hace un rato aparecieron una manada de fieras, afortunadamente con sus estomagos llenos. se tomaron la libertad de acostarse junto a mi. yo las acaricio. ellas me brindan su protección. todos disfrutamos de la siesta. no me importaría conocer la inmortalidad de ésta manera. pero empiezo a escuchar la masacre que hacen sus ácidos digestivos con el alimento. y es ahora cuando me planteo si seguir con mi camino o espero a ser devorado cuando se termine su digestión...no estaría mal no tener que saber que es lo que va a pasar...solo sé que ahora disfruto mientras me lamen las heridas.